Alemania acelera los planes para ampliar y modernizar su red de refugios ante el temor de un posible ataque ruso

Las autoridades impulsan un proyecto urgente para adaptar infraestructuras y ampliar la capacidad de protección civil, tras advertencias sobre la vulnerabilidad del país frente a posibles escenarios de conflicto en Europa

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Petra Reuter, propietaria del museo
Petra Reuter, propietaria del museo Bundesbank Bunker, recorre un pasadizo subterráneo en la antigua cámara acorazada de Cochem, en el oeste de Alemania; se trataba de un búnker del Banco Federal Alemán destinado al almacenamiento de moneda de emergencia (Photo by Ina FASSBENDER / AFP)

En Alemania, de los aproximadamente 2.000 búnkeres y salas de protección que datan de la Guerra Fría, solo cerca de 580 se encuentran en condiciones operativas y la mayoría requiere renovaciones que costarían varios millones de euros. Estas instalaciones podrían albergar a unas 480.000 personas, lo que representa apenas el 0,5% de la población alemana. En contraste, Finlandia cuenta con 50.000 salas de protección, suficientes para 4,8 millones de personas, es decir, el 85% de su población, según datos citados por la Oficina Federal de Protección Civil y Asistencia en Desastres (BBK). Esta diferencia ha impulsado a las autoridades alemanas a acelerar los planes para ampliar y modernizar su red de refugios ante el temor de un posible ataque ruso en los próximos cuatro años.

El jefe de la BBK, Ralph Tiesler, advirtió que el país más grande de Europa necesita prepararse para escenarios de conflicto. “Durante mucho tiempo, existió la creencia generalizada en Alemania de que la guerra no era un escenario para el que necesitáramos prepararnos. Eso ha cambiado. Nos preocupa el riesgo de una gran guerra de agresión en Europa”, declaró al periódico Süddeutsche Zeitung.

El funcionario subrayó que la situación actual de Alemania es de insuficiente preparación y que se requiere una respuesta nacional urgente.

Tiesler propuso identificar y transformar infraestructuras existentes como túneles, estaciones de metro, garajes subterráneos, estacionamientos y sótanos de edificios públicos en refugios de protección, con el objetivo de “crear rápidamente espacio para 1 millón de personas”. El funcionario explicó que su agencia presentará un plan integral durante el verano, y enfatizó que el país enfrenta una carrera contra el tiempo.

“Confiar en la construcción de nuevas instalaciones de búnker no es suficiente. Tales refugios tardarían mucho en planificarse y construirse y serían muy costosos”, afirmó Tiesler. Por ello, insistió en que se debe dar prioridad a la adaptación de estructuras ya existentes.

El contexto internacional ha incrementado la preocupación en Alemania y otros países europeos. La invasión rusa en curso en Ucrania ha generado temores, especialmente en los estados bálticos, Polonia y la propia Alemania, de que Moscú pueda abrir nuevos frentes en Europa.

Además de la ampliación de refugios, Tiesler destacó la necesidad de mejorar los sistemas de información para la población. Propuso optimizar aplicaciones y señalizaciones viales que indiquen con precisión dónde encontrar refugio, así como modernizar las sirenas de alerta. También advirtió sobre la importancia de proteger las aplicaciones de alerta existentes contra ataques informáticos. “Los sistemas de alerta actuales también deben estar mejor protegidos contra los hackers”, señaló.

El funcionario instó al gobierno de Friedrich Merz a garantizar los fondos necesarios para implementar los planes de su agencia. Aunque el gobierno ha reconocido la necesidad de estas medidas, aún no ha asignado formalmente los recursos. Se prevé que el financiamiento provenga de los miles de millones de euros liberados tras la suspensión del freno de la deuda en marzo por parte del parlamento alemán, lo que permite destinar grandes sumas al gasto militar, infraestructura vital —como puentes y carreteras capaces de soportar el paso de tanques y suministros— y defensa civil.

La competencia por estos fondos es intensa, ya que los servicios de inteligencia y las estructuras de ciberseguridad, que también requieren inversiones urgentes, buscan acceder a los mismos recursos. Tiesler calculó que se necesitarán al menos 10.000 millones de euros (8.400 millones de libras esterlinas) en los próximos cuatro años para cubrir las necesidades de defensa civil, y al menos 30.000 millones de euros en la próxima década. “Se estima que al menos 10.000 millones de euros serán necesarios en los próximos cuatro años para cubrir las necesidades de defensa civil, y al menos 30.000 millones en la próxima década”, detalló.

El jefe del BBK también propuso la creación de un servicio de protección civil obligatorio o voluntario y pidió a la ciudadanía que contribuya a la resiliencia del país almacenando suministros de emergencia ante posibles cortes de energía y agua. “Nuestro llamado es: acumulen suficientes provisiones para durar 10 días, si es posible”, declaró, en línea con recomendaciones similares de otros gobiernos europeos. Añadió que “incluso un suministro para al menos 72 horas sería muy útil. Esto puede utilizarse para superar interrupciones menores en la vida cotidiana”.

La urgencia de estas medidas se ve reforzada por la percepción de que Alemania ha subestimado durante años la posibilidad de un conflicto armado en su territorio. “Durante mucho tiempo, existió la creencia generalizada en Alemania de que la guerra no era un escenario para el que necesitáramos prepararnos. Eso ha cambiado”, reiteró. El funcionario enfatizó que la situación geopolítica actual exige una revisión profunda de las políticas de protección civil y una movilización de recursos a gran escala.

Las puertas de seguridad del
Las puertas de seguridad del refugio de protección civil de Merihaka el 27 de marzo de 2025 en Helsinki, Finlandia (AFP)

El plan de acción contempla no solo la modernización de los refugios, sino también la actualización de la infraestructura crítica para garantizar la movilidad de las fuerzas armadas y el suministro de bienes esenciales en caso de emergencia. El parlamento alemán, al suspender el freno de la deuda, ha abierto la puerta a inversiones significativas en estos ámbitos, aunque la distribución de los fondos aún está en discusión.

La comparación con Finlandia resalta la brecha en la preparación de la población civil frente a posibles ataques. Mientras que el país nórdico puede proteger a la gran mayoría de sus habitantes, Alemania solo podría ofrecer refugio a una fracción mínima. Esta situación ha llevado a las autoridades a buscar soluciones rápidas y efectivas, priorizando la adaptación de infraestructuras existentes y la concienciación ciudadana.

La preocupación por la seguridad civil se ha intensificado tras los recientes ataques en Ucrania, lo que ha servido de advertencia para otros países europeos. La necesidad de fortalecer los sistemas de alerta, mejorar la ciberseguridad y garantizar la disponibilidad de refugios adecuados se ha convertido en una prioridad para el gobierno alemán y sus agencias de protección civil.

El debate sobre la financiación y la implementación de estas medidas continúa en el seno del gobierno y el parlamento, mientras la sociedad alemana enfrenta el desafío de adaptarse a una nueva realidad de seguridad. La movilización de recursos, la cooperación entre instituciones y la participación ciudadana serán determinantes para aumentar la resiliencia del país ante posibles amenazas externas.

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