Cómo hacer pesto casero, la salsa italiana a base de albahaca y queso para condimentar pastas y mucho más

La cocina italiana está repleta de recetas que merece la pena conocer, al mismo nivel sencillas que sabrosas. El pesto es un maravilloso ejemplo de ello, una salsa de apenas cinco ingredientes frescos, que no necesita de cocinado ni de grandes derroches para impresionar a cualquiera que la pruebe.

Originario de la región de Liguria, su nombre proviene del verbo “pestare” que significa machacar o triturar, ya que tradicionalmente se prepara en mortero. El resultado delicioso de esta salsa o condimento se consigue de la unión de ingredientes frescos y llenos de sabor: albahaca fresca, parmesano, pecorino, piñones, ajo y aceite de oliva. Esta es la versión más conocida, el pesto alla genovese, pero existen variantes como el pesto rosso (con tomates secos) o el trapanese (con almendras).

El pesto alla genovese es rápido de preparar y su sabor fresco lo convierte en un acompañamiento ideal para una gran variedad de platos. Es la salsa perfecta para recetas de pasta, con tanto sabor que no necesitan otro acompañante. Pero es ideal también como aliño de carnes y pescados, para condimentar ensaladas, como base para pizza, en bocadillos e incluso simplemente para untar en una rebanada de pan. Prepararlo en casa no solo nos permitirá controlar los ingredientes, su calidad y cantidades, sino que, además, mantendrá intactos los aromas frescos de cada uno de los elementos que lo conforman.

Su preparación consiste en triturar hojas frescas de albahaca junto con piñones, ajo, queso parmesano o pecorino, aceite de oliva virgen extra y sal. Aunque puede hacerse en mortero, una batidora o procesador de alimentos simplifica el proceso sin sacrificar demasiado el sabor.

Hacer pesto casero te llevará aproximadamente 10 minutos en total:

• Preparación de los ingredientes: 5 minutos
• Triturado y ajuste de textura: 5 minutos

• 50 g de hojas de albahaca fresca (preferentemente genovesa)
• 2 dientes de ajo pelados
• 30 g de piñones (pueden sustituirse por nueces o almendras si se desea)
• 50 g de queso parmesano o pecorino rallado
• 100 ml de aceite de oliva virgen extra
• Sal al gusto

1. Lava y seca suavemente las hojas de albahaca. Es importante que estén bien secas para evitar que el pesto se oscurezca.
2. En un procesador o batidora, añade los piñones, el ajo, el queso rallado y una pizca de sal.
3. Incorpora las hojas de albahaca y tritura brevemente.
4. Añade el aceite de oliva poco a poco mientras sigues triturando hasta obtener una textura cremosa pero no completamente homogénea.
5. Prueba y ajusta la sal si es necesario.
6. Guarda el pesto en un tarro de cristal cubriendo la superficie con un chorrito de aceite para conservarlo mejor.

Con estas cantidades se obtienen aproximadamente 4 porciones para acompañar pasta o como base para aperitivos.

Cada porción de pesto casero contiene aproximadamente:

• Calorías: 240
• Grasas: 23 g
• Grasas saturadas: 5 g
• Carbohidratos: 3 g
• Azúcares: 0.5 g
• Proteínas: 5 g

Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.

El pesto casero se conserva en la nevera hasta por 5 días si se guarda en un frasco hermético cubierto con aceite. También puede congelarse en porciones pequeñas.