Un hombre se muda a una “cabaña de cuatro habitaciones sin aislamiento” en el campo para evitar terminar en la calle: ahora su casero lo está desalojando para construir más viviendas

El propietario de la finca, ya fallecido, expresó en su testamento el deseo de mantener el terreno alejado del desarrollo comercial y aseveró que fuera transformado en un parque de uso público

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Un hombre se muda a una “cabaña de cuatro habitaciones sin aislamiento” en el campo para evitar terminar en la calle. (Montaje Infobae/Pixabay)

En 2022, Michael Guettler, un hombre de 56 años, se mudó junto a su pareja a Hungerford Farm, una modesta vivienda situada en un antiguo gallinero de 28 hectáreas en el noroeste de Brisbane, Australia. La propiedad, gestionada por la Iglesia Unida de Australia, fue la única solución que encontraron para salir de la indigencia. Pero ahora, un desalojo inminente amenaza con llevarlos de nuevo a vivir en la calle.

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La conocida como “cabaña de cuatro habitaciones sin aislamiento”, que le supone un coste de 280 dólares australianos a la semana, fue la única opción de vivienda que se podían permitir. Sin embargo, un reciente fallo del tribunal civil y administrativo de Queensland ha autorizado a la Iglesia Unida a proceder con su desalojo. La decisión ha generado mucha indignación entre quienes defienden que hacen falta soluciones de vivienda asequible y, en opinión de Guettler, contradice los principios de una organización que se presenta como un baluarte de la defensa contra el sinhogarismo.

Cuál será el destino de Hungerford Farm: de una residencia a una urbanización de 92 viviendas

Otra cuestión es cuál será el futuro de esta pintoresca parcela, que cuenta con biodiversidad que incluye aves y canguros, lo que ha suscitado un gran debate sobre el uso de los terrenos históricos. El propietario de la finca, Greg Hungerford, ya fallecido, expresó en su testamento el deseo de mantener el terreno alejado del desarrollo comercial y aseveró que fuera transformado en un parque de uso público.

Sin embargo, el solar fue vendido en 2020 al fondo de propiedades de la Iglesia Única por decisión de los fideicomisarios. “Desafortunadamente, los albaceas testamentarios no compartieron nuestra visión”, manifestó un portavoz del Ayuntamiento de Brisbane al medio británico The Guardian, que explicó cómo el acuerdo con el ayuntamiento no llegó a buen término.

Y, a pesar de que los planes iniciales de la Iglesia eran convertir el espacio en una residencia de ancianos, al final se ha optado por desarrollar una urbanización de 92 viviendas. Esto ha llevado a que muchos vecinos se quejen y, bajo el nombre de Amigos de Hungerford Farm, han comenzado a realizar campañas para oponerse a esta urbanización. Este rechazo viene, sobre todo, por la poca accesibilidad y la carencia de transporte público en el área, según ha declarado la diputada federal Elizabeth Watson-Brown al medio anteriormente citado.

En respuesta, el sínodo de Queensland, una asamblea de autoridades eclesiásticas, afirmó que esta construcción responderá a la necesidad de contar con viviendas asequibles en la zona, y creen que hay razones suficientes para llevar a cabo el proyecto de subdivisión, que se encuentra en su fase final de aprobación. Sin embargo, esta necesidad choca con la realidad, y es que el precio del alquiler está cada vez más alto en Brisbane, que ha pasado de 461 a 752 dólares australianos en apenas unos años, siendo una de las ciudades australianas más caras.

El precio de las habitaciones en alquiler se dispara hasta los 645 euros de media tras subir un 30% en diez años.

La situación de la vivienda en Australia: “Somos un país desarrollado, esto se está convirtiendo en algo vergonzoso”

Guettler se encuentra entre la espada y la pared. Su contrato de alquiler finaliza el 30 de junio, y el desalojo está previsto para el 1 de julio, lo que lo deja en una total incertidumbre. “Somos un país desarrollado del primer mundo, esto se está convirtiendo en algo vergonzoso”, expresa, muy frustrado por los planes de desarrollo que parecen ignorar la realidad de los menos favorecidos.

Este caso es uno de los muchos que pone en el foco mediático la problemática social que se vive en muchas ciudades del mundo: el conflicto entre el desarrollo inmobiliario y la búsqueda de vivienda asequible.

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