La Paz, 12 may (EFE).- El Nacional Potosí boliviano se juega su última oportunidad de clasificarse para la siguiente fase de la Copa Sudamericana en un duelo clave del grupo A contra el Boston River uruguayo que se disputará a 3.885 metros de altitud.
Tanto Nacional Potosí como Boston River tienen 4 puntos y están por debajo del Independiente argentino, que suma 6, y del Guaraní paraguayo, que lidera la serie con 8 después de cuatro jornadas.
El entrenador del equipo boliviano, el argentino César Vigevani, anunció que por tratarse de un partido que su equipo necesita ganar para clasificarse, pondrá a cuatro delanteros en la alineación.
El estratega recibió la confianza de los dirigentes del club para este partido internacional, tras haber estado en la cuerda floja por los resultados irregulares del equipo en el campeonato local.
El equipo boliviano cerró sus prácticas la víspera manteniendo a sus figuras principales, Andrés Torrico y Víctor Abrego, en sus filas, así como a los argentinos Martín Prost y Diego Delios, y a los colombianos Carlos Palacio, Duvan Palacio y Johan Bocanegra.
El Boston River contará con los experimentados Álex Silva, Juan Acosta y Facundo Rodríguez, pero también con los juveniles Juan Manuel Gutiérrez, Guillermo López y Agustín Anello, entre otros.
El equipo uruguayo, dirigido desde el banquillo por el brasileño Jadson Viera, quiere remontar en la clasificación con una victoria y situarse entre los tres primeros del Grupo A para tener la oportunidad de avanzar hacia la clasificación, después de haber sido derrotado por Independiente (1-5) la fecha anterior.
Nacional Potosí y Boston River se enfrentaron el 22 de abril en el partido de ida, en el estado Centenario de Montevideo, donde el equipo local se impuso por 2-1.
El brasileño Ramón Abatti dirigirá el encuentro y estará acompañado por los asistentes Bruno Boschilia y Guillerme Camilo, mientras que en el VAR estará Daniel Nobre.
El partido se disputará a las 18:00 hora loca (22:00 GMT) de este martes en el estadio Víctor Agustín Ugarte, en la ciudad de Potosí. EFE