Las tres únicas personas autorizadas a visitar a Michael Schumacher fuera de su círculo familiar

El 29 de diciembre de 2013 marcó un antes y un después en la vida de Michael Schumacher. Un accidente mientras esquiaba en los Alpes franceses dejó al siete veces campeón de Fórmula 1 en un estado crítico que cambió por completo su vida y la de su familia. Desde ese momento, la privacidad absoluta se convirtió en la regla de oro en su entorno más cercano, encabezado por su esposa, Corinna Schumacher, quien tomó las riendas para proteger la vida íntima y la salud de su esposo a toda costa.

En los últimos diez años, no ha habido ninguna aparición pública de Schumacher ni declaraciones que arrojen claridad sobre su estado. A pesar de la atención del público y los fanáticos en todo el mundo, los detalles específicos sobre su condición médica han sido resguardados con meticulosidad. Solamente un reducido círculo familiar y tres personajes clave de su carrera tienen acceso limitado y autorizado al expiloto alemán, lo que demuestra el nivel de restricción impuesto por su entorno.

Estas tres personas son Jean Todt, Ross Brawn y Gerhard Berger, figuras trascendentales durante la legendaria trayectoria de Schumacher en la Fórmula 1. Según publicó el diario británico The Telegraph, ellos son los únicos fuera de la familia inmediata que han sido privilegiados con la oportunidad de visitarlo en su residencia en Gland, Suiza, junto al Lago Lemán.

Jean Todt, quien fuera el director deportivo de Ferrari y presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), mantiene un vínculo estrechísimo con Schumacher desde los días gloriosos del alemán en la escudería italiana. Todt ha declarado que visita a Michael con regularidad, aproximadamente dos veces al mes, y aunque no brinda detalles específicos sobre su estado, ha acompañado su vida en esta nueva etapa. “Vemos carreras juntos en la televisión”, dijo en una ocasión, evitando dar información que rompa la estricta política de privacidad instalada por la familia.

Por su parte, Ross Brawn, quien trabajó codo a codo con Schumacher como director técnico tanto en Benetton como en Ferrari, también es parte de este reducido grupo. La relación entre Brawn y el expiloto se basó durante años en una colaboración mutua que generó algunos de los logros más destacados del automovilismo. En 2016, Brawn señaló que el alemán mostraba “señales alentadoras”, aunque, desde entonces, ha evitado hacer comentarios sobre su estado debido al respeto por la discreción solicitada por la familia.

Finalmente, Gerhard Berger, el ex piloto austríaco y antiguo rival de Schumacher en los años 90, ha demostrado que su conexión con el alemán va más allá de las pistas. Su amistad se consolidó tras un accidente esquiando que él mismo sufrió poco después del de Schumacher. Aunque no estuvieron unidos por la misma escudería, Berger logró construir una relación de confianza y respeto con el heptacampeón, lo que le ha permitido ser parte de este selecto grupo que queda fuera de las restricciones familiares.

En estos años, Corinna Schumacher se convirtió en el pilar que sostiene la privacidad y estabilidad del entorno. Ella no solo supervisa el tratamiento médico especializado que Michael recibe las 24 horas del día, sino que también enfrenta de manera constante los rumores, las campañas de desinformación y los intentos de violar la intimidad familiar. Corinna ha sido descrita por amigos y allegados como una persona decidida, dispuesta a hacer lo que sea necesario por mantener protegida la dignidad de su esposo, incluso enfrentando casos de extorsión y chantajes relacionados con la condición de Schumacher.

Un ejemplo de la intensidad de esta protección se vivió en 2023, cuando fue descubierto un plan de extorsión en el que se buscaba vender imágenes sensibles del piloto, incluyendo partes de su tratamiento médico, en la dark web. La familia también enfrentó una controversia por la publicación de falsas declaraciones de Michael creadas por inteligencia artificial en una revista, lo que renovó las críticas hacia la curiosidad mediática en torno a él.

En este contexto, las visitas de Todt, Brawn y Berger no son simplemente gestos de camaradería, sino representaciones del vínculo humano que perdura frente al aislamiento. Las pocas pistas que han salido a la luz, como un casco firmado por “MS” para una causa benéfica, alimentan las esperanzas, aunque la realidad indica que Schumacher depende completamente de los cuidados médicos y todavía no se ha comunicado públicamente.