Misterio en un edificio de Saavedra: hallaron muertas a una jubilada y su hija

El hallazgo de dos mujeres muertas en un departamento del barrio porteño de Saavedra generó conmoción este sábado y abrió un interrogante sobre lo que pudo haber pasado.

El hecho se descubrió en un edificio ubicado en la calle Crisólogo Larralde al 3300, entre Freire y Conde, a dos cuadras del Parque Saavedra, y el operativo seguía esta noche con el trabajo de agentes de la Científica de la Policía de la Ciudad.

Según informaron fuentes policiales a Infobae, todo comenzó alrededor de las 14, cuando un hombre que no lograba comunicarse con sus familiares llamó al 911 porque no le abrían la puerta de la vivienda.

El departamento está en el tercer piso del edificio. Al lugar llegaron Bomberos de la Ciudad y una ambulancia del SAME. Tras ingresar, el personal médico confirmó que las dos mujeres, una madre jubilada y su hija, estaban sin vida. No había otras víctimas en el lugar.

De acuerdo a lo que detallaron a este medio, el equipo de Bomberos realizó una inspección completa y convocó a la Oficina de Siniestros y a Metrogas para hacer mediciones. El resultado fue negativo: se descartó la presencia de monóxido de carbono.

Las víctimas tenían 78 y 44 años. Según los datos aportados por las autoridades, una de ellas murió antes que la otra y no había señales de violencia en el ambiente.

El escenario en el departamento llamó la atención de los investigadores, ya que se trataba de un lugar con gran acumulación de objetos. Las mujeres, según se pudo establecer, eran acumuladoras compulsivas.

Durante el procedimiento, los bomberos inspeccionaron dos dormitorios que se encontraban cerrados para descartar la presencia de alguien más.

En el edificio, una vecina contó a Crónica que la mujer mayor estaba postrada por una operación de cadera y que el hombre que hizo el llamado había intentado contactarlas sin éxito.

“Me preguntó si sabía algo de la mamá, porque no le abría la puerta ni le atendía el teléfono. Le dije que había hablado con ella el lunes o martes pasado, por un audio. Me dijo que iba a llamar a un cerrajero, yo le dije que le iba a cobrar muy caro”, relató.

Con la llegada de los meses más fríos del año, la atención sobre los riesgos asociados a la inhalación de monóxido de carbono se intensificaron en la Argentina.

El llamado de alerta lo lanzó MetroGAS, la principal distribuidora de gas del país, confirmó que se produjeron 29 casos de intoxicación por monóxido de carbono solo en lo que va de este mes. Esta cifra duplica los reportados en junio del año anterior, que alcanzaron los 13 casos.

Las autoridades sanitarias insisten en que el nivel de exposición actual constituye un riesgo significativo para la salud pública, especialmente cuando las bajas temperaturas incrementan el uso de artefactos a gas en los hogares.

El monóxido de carbono, conocido como el “enemigo silencioso”, es un gas incoloro, inodoro e insípido, lo que dificulta su detección y eleva el riesgo de acumulaciones peligrosas en ambientes cerrados. La combustión incompleta de gas natural y otros materiales con contenido de carbono genera la presencia de este gas en los hogares, afectando a quienes permanecen allí sin advertir la amenaza que representa.

Además de los cuadros de intoxicación reportados durante el presente mes, la empresa confirmó que en 2024 se contabilizaron 11 muertes por accidentes vinculados directamente al monóxido de carbono.

El mayor peligro se encuentra en situaciones donde los ambientes permanecen cerrados y la ventilación resulta insuficiente o nula. Bajo esas condiciones, cualquier artefacto defectuoso, desde una cocina hasta un calefón o una estufa, puede convertirse en una fuente potencial de intoxicación. La empresa advirtió sobre la importancia de reconocer los síntomas iniciales, que incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, alteraciones visuales, letargo, desorientación y, en casos avanzados, convulsiones o pérdida de conciencia.

Entre las medidas recomendadas, se encuentran las siguientes:

• Realizar anualmente una revisión integral de todos los artefactos a gas y de la ventilación con la asistencia de un gasista matriculado, quien puede detectar fallas de funcionamiento invisibles para el usuario común.
• Observar el color de la llama de los aparatos a gas: debe ser azul y pareja. Si adopta una tonalidad anaranjada o amarilla, existe una anomalía que puede originar la producción de monóxido.
• No utilizar los artefactos con fines para los que no han sido diseñados, como secar ropa sobre estufas o usar el horno como fuente de calefacción, prácticas que aumentan el riesgo de accidentes.
• Aprender a identificar rápidamente los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono, para actuar sin demoras ante las señales de alerta en cualquier miembro del hogar.
• Instalar en baños y dormitorios únicamente artefactos de tiro balanceado o de cámara cerrada, que resultan más seguros y adecuados para ambientes con condiciones restringidas de ventilación.
• Mantener una ventilación permanente en todos los ambientes, verificando que las rejillas de ventilación funcionen correctamente y nunca se encuentren obstruidas.
• Ante cualquier señal de funcionamiento inusual de un artefacto, apagarlo en forma inmediata y contactar a un profesional habilitado para su revisión.