El desafiante mensaje de Mauro Icardi para Wanda Nara el día después de la audiencia: “Perdedora”

Wanda Nara y Mauro Icardi tuvieron una audiencia clave en su juicio de divorcio que se lleva a cabo en Italia y por ahora es poco lo que trascendió. El encuentro se realizó en la tarde del miércoles en Milán, y el impactante arribo de la empresaria se llevó todas las miradas. Vestida como Amber Beard en el mediático juicio con Johnny Depp y a bordo de un Lamborghini ploteado en rosa chicle, fue, sin dudas, la foto de la audiencia. Pero de lo que pasó en el recinto, poco y nada.

Con el correr de las horas trascendieron algunas informaciones de un hecho del que por ahora solo hablan los abogados, y en cuentagotas. Circuló un video en el que se veía a Wanda y Mauro sonrientes, disipando las tensiones del comienzo y la batalla mediática que libran por estos días. La empresaria se juntó a cenar con Maxi López, el padre de sus hijos varones, y del futbolista no se supo mucho más. Afuera, lo esperaba la China Suárez, su compañera incondicional por estos días.

Hasta que este jueves Icardi jugó fuerte en su cuenta de Instagram con un mensaje que hizo alusión al look elegido por su exesposa para presentarse ante la justicia Italiana. Antes, había utilizado la tecnología para mostrarse en una foto junto a Johnny Depp. Ahora volvió a apelar al conflicto entre las estrellas para aludir a su propia historia.

“Nunca nadie interpretó tan bien un look. La inspiración de una perdedora, mitómana y manipuladora de ‘la verdad’, también de sus hijas de 10 y 8 años”, escribió, junto a una imagen de Beard y Depp en el recordado juicio que sacudió a Hollywood, ella con los ojos llorosos y él con el puño en alto. Y cerró como suele concluir este tipo de posteos: el tic tac del reloj de arena que, en su propio código, simboliza que cada vez falta menos para salir victorioso del proceso.

La empresaria se presentó con un conjunto de saco y pantalón oversized, sumándose a la moda que rompe con los códigos femeninos convencionales de formalidad judicial. El saco, de un gris oscuro sobrio, poseía un corte clásico con hombreras marcadas y una estructura amplia. De ahí fluyó el pantalón de vestir a juego, manteniendo la amplitud y continuidad de la silueta vasta, con un ruedo que caía recto sobre el calzado. Este efecto de descuido calculado no solo ofrecía comodidad, sino que también desafiaba la estructura rígida del convencionalismo femenino en actos formales.

Bajo el saco, Wanda llevó una camisa blanca clásica, ligeramente holgada con un cuello rígido. Aunque su estructura era tradicional, el uso sin abotonar completamente, dejando que sobresaliera por debajo del saco, indicó un aire de rebeldía y deconstructivismo. La elección de corbata rayada en tonos granate, blanco y gris, usada de forma suelta y ligeramente desplazada, sumó a esta narrativa visual con un emblema de protesta suave ante las reglas de vestimenta femenina.

Lo dicho, Amber Heard durante el juicio por difamación contra Johnny Depp, había optado por este tipo de vestuario al vestir trajes de diferentes colores y cortes, utilizando su guardarropa no solo para proyectar control y fuerza, sino para vocalizar visualmente su presencia y postura en un proceso de alta visibilidad.